Iñaki nunca ha salido del País Vasco hasta que se ve obligado a acompañar a su madre Maritxu en un viaje de una semana a Sevilla. En su primera noche en la ciudad, Maritxu se cae por las escaleras del hotel, entra en coma y es ingresada en una clínica local. Pese a los esfuerzos de la jefa de enfermeras, Carmen Almonte, y el equipo médico, Iñaki no acaba de fiarse de ellos.