El Abraham Lincoln navega a toda máquina por las aguas del Pacífico Sur, con toda la tripulación y los pasajeros en sus puestos. Gus avisa de la escasez de agua y deciden fondear ante un islote deshabitado para cargar fruta y agua, Rigodón y Tico enredan por los alrededores, donde son secuestrados por unos monos traviesos y enormes. Regresan precipitadamente al barco cuando éste hace sonar la alarma ante la presencia cercana del monstruo. Abordo reina la actividad el resto del día. A la noche, Aronnax señala un punto en el océano, en el que vemos emerger una oscura e indefinida mole.