Una demanda del problemático Oscar Rivi al hospital donde falleció su hija por COVID-19 enfrenta a Liz y Carmen a un complicado caso en el que reciben la ayuda de las alucinaciones de Jay Dipersia. Entretanto, Kurt se siente cada vez más presionado por el FBI, pero se mantiene firme en su decisión de no facilitar los nombres de los insurgentes y respetar su código de honor.