Carmen e Iñaki han retomado su relación, tras un tiempo distanciados, se han dado cuenta de que aún se quieren y tienen algo en común muy importante, su hija Elaia. Van a ir poco a poco para que esta vez no salga nada mal. Además, la directora de la Híspalis debe afrontar los retrasos de las obras de la clínica, que le lleva a tomar la determinación de incorporar a nuevos inversores.