Con la ayuda de su diario para recuperar la memoria, el médico rememora su juventud cuando, a los 25 años, fue enviado a la remota y gélida tundra de la Rusia rural, para hacerse cargo de un pequeño hospital, su falta de experiencia lo llevara a situaciones realmente tensas, es allí mismo donde se vuelve un fuerte adicto a la morfina.