Seth y Gina son amigos desde hace ya 13 años... pero sólo se conocen “virtualmente” por internet. En todos los años que han estado en contacto, las fotos que ha recibido Gina, en realidad son de un amigo de Seth. Y el rostro que Seth ve en las fotos que tiene son de una amiga de Gina. En definitiva grandes amigos gracias a la tecnología pero pequeños mentirosos on-line. Cuando Seth debe viajar a Boston junto a un amigo, los dos se dan cuenta que el momento de encontrarse cara a cara no puede dilatarse más. Motivados por una gran ansiedad ambos terminan convenciendo a sus amigos para que se hagan pasar por ellos. Pero pronto descubrirán que de la amistad virtual al amor real hay unas cuantas teclas de honestidad de diferencia