Anne está atravesando una grave depresión. Su marido, Jean-Marie, intenta conocer cuáles son las causas, sin embargo ella le rechaza para continuar ensimismada en el apartamento que ella alquiló para poder estar sola. Viéndose desesperado, el marido comenta el problema con los padres. Estos, que viven en Deauville, aceptan acoger a Anne. En un principio, la relación entre padre e hija es tan cercana como siempre ha sido, sin embargo, viejas rencillas saldrán a flote y enrarecerá la relación entre ambos, llevándola a extremos hasta entonces desconocidos.