Octava de las veintiséis películas basadas en el personaje de Zatoichi interpretado por Shintarô Katsu. En esta octava entrega, una mujer es asesinada por error al ser transportada en un palanquín. Por fortuna consigue proteger la vida de su bebé y este sobrevive. Zatoichi se siente culpable de la muerte de la mujer debido a que él debía de haber sido el objetivo del ataque y por ello decide transportar al bebé hasta la aldea de Miyagi, lugar donde se encuentra el padre de la criatura.